La Paradeta- ¡El sueño de los amantes del marisco!

¡Qué desperdicio! 5 años en Barcelona sin haber descubierto este restaurante que es un diamante en bruto, un verdadero hallazgo en una ciudad donde la comida es casi una religión.

La esencia de La Paradeta es simple. Es todo pescado y marisco: fresco y de calidad, capturado por el propio barco del restaurante y después expuesto como en un mercado de pescado, preparado para que elijas exactamente qué y cuánto quieres comer.

Nos encontramos con una cantidad de opciones que incluyen varios tipos de gambas, (langostinos, de Dublín, de la bahía…), langosta, cangrejo, sepia, calamar, pulpo, ostras, almejas, mejillones, navajas, alevines, rape, etc. … Es un poco como estar en La Boquería pero sin esperar antes de empezar a comer y lo mejor es que puedes comprobar la calidad de lo que estás comprando.

El restaurante en sí es del estilo café relajado que a los españoles y catalanes se les da tan bien. Tú escoges tu comida y tu bebida, te dan una bandeja con platos y cubertería y un número para que sepas cuando tu comida recién hecha está preparada para que la recojas de la cocina. Y si pides un montón la cocina no te lo envía todo a la vez, sino que te da tiempo para que comas todo mientras está aún caliente.

No tener camareros y tener su propio barco de pesca significa que pueden reducir algunos de los costes del proceso. Así que el precio es muy muy razonable porque pagas por peso. Pagamos menos de 25 euros cada uno incluyendo dos botellas de vino (precio medio), algunas cositas más caras (ostras y gambas de la bahía de Dublín) y comida suficiente como para dejarnos llenos, algo raro en un verdadero restaurante de marisco sin patatas ni arroz.

Me ha costado 5 años encontrar La Paradeta pero no se puede decir lo mismo del resto de la población. El sitio se llena mucho y enseguida. La gente hace cola porque sabe que lo que van a comer, bien merece la espera. La buena noticia es que la cola se mueve rápido, hay muchas mesas dentro y un ambiente relajado a pesar del rumor de voces que te hace tener ganas de marcha en vez de inducirte un coma por atiborramiento.

Creo que lo has pillado. Me he convertido totalmente al culto de La Paradeta y si tienes la oportunidad de hacerle una visita, estoy seguro de que acabarás convirtiéndote también.

Paul