Hemos probado: “Frescor del Oasis”, un tratamiento en Rituels d’Orient Hammam Spa

    Confieso que soy una aficionada al spa y que adoro todas las cosas lujosas. Limpiezas en baños de barro, exfoliaciones intensivas, incluso peces mordisqueando mis pies – puedes nombrar cualquiera, los he probado todos. Por lo tanto, estaba intrigada para ver como sería el centro spa “Hammam” (que quiere decir calor en árabe) situado en el barrio de les Corts en Barcelona. Rituels d’Orient Hammam Spa es su nombre completo y, por lo que me habían contados mis amigos, estaba apuntada para recibir un tratamiento.

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    La primera cosa que noté cuando llegué a la calle Loreto fue un embriagador aroma, que en realidad se difundía por todas partes. Una apacible mezcla de aceites exóticos, especias orientales y hierbas aromáticas te atrapaba, te atraía casi como un imán. Además, no acercarse a la gran variedad de lociones que se encontraban expuestas era prácticamente imposible.

    Aún así, estaba allí con un objetivo en mente – probar el tratamiento “Frescor del Oasis” que el spa ofrece a sus clientes durante el verano. (Este tratamiento es uno de los muchos que ofrecen, todos con nombres que, sólo de oírlos, te hacen la boca agua. ¿Qué te parecería un ‘elixir de Marrakech’, el ‘sueño de Ouzina’ o el ‘ritual de las noches arábigas’? ¡Sólo pensando en todos los que pude elegir ya me pongo a divagar! El tratamiento “Frescura de Oasis” sirve para revitalizar piernas cansadas, lo que parecía ideal para mis tobillos doloridos e hinchados por el verano. Puedes escoger entre hacer el tratamiento por sí solo, que son 47€, o combinarlo con una sesión en el hammam spa, que es la opción que me llamó más la atención.

    Antes de adentrarme en los puntos específicos del tratamiento en sí, me gustaría daros la opinión general que tuve al estar allí. A parte de los deliciosos aromas, la otra cosa que me impactó bastante fue el silencio. Todo el personal, desde la recepcionista hasta las asistentas en belleza, procuraban mantener una atmosfera calmada y tranquila. Este ambiente de silencio, se veía reforzado por el hecho que sólo había otra chica disfrutando de las instalaciones cuando yo estaba allí y, como no coincidimos nunca en la misma habitación, me adentré en un momento de paz y tranquilidad total.

    Un refugio singular en medio de una ciudad estresante

    Una asistenta del spa, muy agradable y sonriente, me acompañó hasta los vestidores, donde me puse el bikini y me dieron la enorme bata blanca y las zapatillas que tenía que ponerme antes de bajar a las instalaciones del hammam. Karina ha hecho un gran trabajo describiendo el santuario que se encuentra dentro, por lo que no me entretendré mucho en ello, solamente deciros que quedé gratamente impresionada. La primera habitación es la más grande y está diseñada para que tu cuerpo se acostumbre al calor. Una vez ya te has aclimatado, pasas a la “habitación caliente”, que se encuentra a unos 46º con casi una humedad del 100%.

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    El personal del spa me dijo que debía animarme y pasar unos 50 minutos alternando entre las dos salas, usando la piscina de agua fría siempre que la necesitase. (Si te vienen a la cabeza visiones de sumergirte bruscamente en una tina de agua fría no te preocupes. Esta piscina resulta mucho más atractiva con su serie de peldaños que bajan gradualmente hasta su parte más profunda y la temperatura es perfecta para refrescarte cuando realmente lo necesitas). Hay muchos pequeños y encantadores detalles en la decoración, como lámparas de celosía y rejas de estilo oriental, que complementan perfectamente las paredes de piedra y los bancos grandes y tallados en mármol.

    Después de aproximadamente tres cuartos de hora, ya tocaba mi exfoliación corporal al estilo oriental, que se lleva a cabo en una sala que está al lado de los baños de vapor. Para ello han sido exclusivamente incluidas dos mesas de mármol. Aparentemente así se realizan los tradicionales tratamientos hammam. Al estar tumbada en la mesa, te van rociando con pequeños cuencos de agua caliente antes de que exfolien tu piel con un jabón negro y un guante de crin. (Puedes llevarte este guante contigo – yo lo he estado usando en casa desde entonces). Después de todo eso, me sentí ritualmente purificada y a la vez serena, ya que me estaban conduciendo hacia arriba para que recibiera el tratamiento que había escogido.

    Tiempo de tumbarse en otra mesa. Esta era mucho más cómoda, casi suponía un esfuerzo mantenerse despierta. La masajista fue adorable, muy simpática, y explicaba con claridad los procedimientos que iba a seguir: aplicó una máscara de arcilla roja y manteca de karité en la parte inferior de mis piernas y en mis pies antes de envolver dichas partes con lo que parecía papel film durante unos 25 minutos. Sospecho que en ese punto caí dormida, ya que empecé a babear un poco hasta que la masajista volvió a entrar en la sala. Enfin…

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    Entonces vino lo que para mi fue la mejor parte. He estado sufriendo una inexplicable hinchazón en mis pies y tobillos desde hace meses, así que notar como los masajeaban me hizo subir al cielo. En este punto se usan esencias de menta y aceites de té verde, y pude sentir que una sensación de ligereza invadía mis pies y mis piernas, además de que la hinchazón había disminuido.

    Una vez terminado el tratamiento, me dirigieron a la sala de relajación, que estaba decorada con altos sofás, abundantes cojines y velas perfumadas. Mantenerse despierto ya se estaba convirtiendo en un reto. Noté que esta vez estaba acompañada de un par de personas más, que no tuvieron remordimiento alguno en echarse una siesta después de tomar el te de menta y las pastas que te ofrecían al terminar el tratamiento. Honestamente, no los culpé, era la mejor forma de poner fin al momento de ensueño en el que habíamos entrado.

    Rituels d’Orient Hammam Spa – lo que necesitas saber
    ¿Dónde está? Se encuentra en Calle Loreto 50, Barcelona. Puedes ver la información de contacto de la empresa y la lista entera de precios en su web
    ¿Cuanto dura el tratamiento? Realmente depende de si combinas la sesión de hammam con el tratamiento. Yo estuve allí cerca de dos horas y media en total.
    ¿Tengo que hacer una reserve por adelantado? Sí, es una Buena idea reservar con antelación así seguro que no te llevas una decepción.
    ¿Qué debería llevar conmigo? Te será dada una taquilla para que dejes todas tus pertenencias, así como una botella de agua. Por lo tanto, lo único que necesitas en realidad es tu traje de baño.
    ¿Los hombres también pueden ir? Sí, tanto hombres como mujeres pueden disfrutar de los baños al mismo tiempo, aunque también hay horarios específicos sólo para mujeres.