Al pensar en los sitios más bellos y en los puntos de interés de Barcelona, no nos acordamos del lugar de celebración de los Juegos Olímpicos de 1992. Lástima, porque es un lugar impresionante, con vistas increíble sobre toda la ciudad y un lugar para relajarse. Lo más destacable es que se trata de un sitio donde todavía no ha llegado el turismo de masa. Tras una costosa subida a Montjuïc, la recompensa es poder disfrutar del ambiente y la tranquilidad que se respira en el lugar.
Delante de la parte principal del recinto, el Estadio Olímpico de Barcelona, se encuentra un hermoso y amplio espacio donde se puede pasar el tiempo sin hacer nada, con muchos céspedes, bancos, alguna pequeña cascada y un riachuelo que fluye a través de un patio. Todo esto se encuentra perfectamente limpio gracias al mantenimiento de este lugar.
El gigantesco Estadio Olímpico de Barcelona se renovó por completo con ocasión de los Juegos Olímpicos ofreciendo así hasta 60.000 plazas para poder presenciar las pruebas deportivas. Después de los Juegos Olímpico se remodeló, la puerta de la maratón se cerró y fue el campo del club de futbol RCD Español Barcelona hasta este año, ya que el equipo jugará a partir de la proxima temporada en el estadio Cornellá-El Prat . También acoge muchos conciertos y acontecimientos deportivos como futbol americano. Se puede visitar de lunes a viernes de 10:00 a 18:00 horas.
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Yo era demasiado joven en el 92 para poder acordarme ahora de las Olimpiadas, pero cada vez que estoy allí puedo imaginarme el entusiasmo de los deportistas, organizadores, familias y espectadores en el estadio y cómo se debió vivir.
Me encanta estar aquí, simplemente para poder disfrutar de una tarde tranquila fuera del tumulto de la gran ciudad.
El Estadio Olímpico es una visita obligada para todos los entusiastas del deporte pero también recomendable a los que solamente pretendan disfrutar del sol con un buen libro en la mano.
Jessica