Girona – confluencia de culturas

    Girona queda a una hora en tren desde Barcelona. Esta bella y antigua ciudad se encuentra en lo alto de una colina donde se cruzan cuatro ríos y muchas culturas.

    Un poco de historia

    5552849404_3f365be8f3_zDesde que llegaron sus primeros habitantes hace varios miles de años, Girona ha sobrevivido 25 asedios y siete conquistas. Su historia llena de acontecimientos ha convertido la ciudad en un núcleo donde conviven gentes de diferentes culturas. Su gueto judío (que alberga la escuela de Cábala más importante de Europa) y las murallas de la ciudad construidas cuando Carlomagno tomó la ciudad mora en 785 a.C. son sólo algunas de las huellas del paso de la historia y de las influencias españolas, francesas, catalanas, moras y judías que han marcado la ciudad.

    El río Onyar River divide la ciudad en dos. El Barri Vell o Casco Antiguo se encuentra al lado este. La parte más reciente de la ciudad de Girona se extiende hacia el otro lado.

    Por dónde empezar…

    La ciudad es muy compacta, por lo que la manera más cómoda de descubrir el Barri Vell es caminando. Comienza tu ruta en el Passeig de la Muralla, donde podrás caminar a lo largo de las antiguas murallas de la ciudad, y subir a una de sus torres. Desde esta privilegiada posición disfrutarás de impresionantes vistas panorámicas y de su encanto. La Catedral de Santa María de Girona reina majestuosamente sobre la ciudad.

    Iglesias

    Girona by marimbajlamesaCuando te hayas recuperado de subir los 86 escalones para llegar a la entrada de la catedral, entra en parte central, con 23 metros de ancho es una de las naves góticas más anchas del mundo. La única que la supera es la de la Basílica de San Pedro en Roma. En el museo de la catedral encontrarás el Tapiz de la Creación, una obra textil maestra del siglo XI. A pesar de su antigüedad, los vivos colores como el rojo sangre y el azul como el agua, nos hacen fijarnos en los detalles bordados de las ilustraciones de la creación.

    Otro lugar que debes visitar es la Iglesia de Sant Feliu. Cuando llegues, haz una foto del campanario rodeado de ocho pináculos, una de las imágenes más distintivas de Girona. Y cuando estés dentro, examina los sarcófagos romanos y paleocristianos que se encuentran dentro de las murallas – intenta encontrar uno con fecha del II siglo d.C. que muestra a Plutón, el dios romano llevándose a las profundidades del infierno a la pobre Perséfone.

    El Románico también dejó huellas arquitecturales en la ciudad como la bellísima abadía benedictina de Sant Pere de Galligants. Los amantes de la historia disfrutarán en el Museo de la Arqueología de Cataluña que se encuentra en la antigua iglesia y en el claustro de la abadía.

    El Call: el Barrio Judío de Girona

    Tómate el tiempo para pasear por el Barrio Judío de Girona. Es el Barrio Judío medieval mejor conservado de toda Europa y toda una atracción turística en sí, lo que resulta irónico ya que los judíos fueron expulsados de Cataluña en 1492. En Bonastruc Ça Porta aprenderás todo sobre la historia judía y su vida cotidiana en Girona, muchas de las lápidas del cementerio judío de Montjuïc tienen inscripciones en hebreo.

    Antes de marcharte

    GironaPara acabar la ruta turística pasea tranquilamente a lo largo del río Onyar. Aprovecha los puentes para cruzar y disfrutar de las vistas de la ciudad de diferentes perspectivas. Admira las Cases de l’Onyar, las casas tradicionales justo a la orillas del río en colores cítricos como el amarillo y el naranja.

    Al lado de la Rambla de la Llibertat puedes comprar productos locales antes de parar a tomar una cerveza en una de las terrazas de la Plaza de Independencia, una plaza dedicada a los locales que lucharon en contra de Napoleón Bonaparte durante la Guerra de la Independencia Española.

    Ahora que conoces la historia de la ciudad relájate mientras ves a la gente pasar. Anímate, pide una tapa. Te recomendamos las anchoas de L’Escala y queso de leche de cabra de Garrotxa con pa amb tomaquet. Te lo mereces.